Time of our lives.
Se levanta de la cama, una vez más ese sonido que tanto conocía, esa canción que tanto le hacía sentir. Sin lugar a dudas, la peor parte de una relación, al igual que el de una canción es su final, decir adiós a un mundo de sensaciones, de ilusiones, de sentimientos, de amor. A veces hay que admitir que hay personas que sólo pasan por tu vida para hacerte aprender algo, que por mucho que te esfuerzas por mantenerlas en ella, no puedes, una vez que su objetivo han cumplido, tienen que marchar, es irónico que la persona que te arregla, que fija los pedazos rotos de tu corazón se vaya sin decir adiós, ahí comprendes el sentido de la vivir, se vive de momentos que merecen la pena, por conocer a personas, que merecen la pena, porque al final de una relación,¿Qué te queda? ¿Recuerdos? ¿Sentimientos? Más bien lecciones.
Largos pensamientos rondan su cabeza mientras permanece sentado en la cama, mirando a la nada, pensando en todo, en todo lo que ha vivido, en todo lo que ha sufrido, ¿Realmente mereció la pena? ¿Realmente mereció la pena perder a la persona que quería para cambiarlo todo? Dicen que el dolor pasa, que al final olvidas a las personas que has dejado atrás para dejar de sufrir. Desde un novio cabrón a tu mejor amiga, vas perdiendo, vas ganando, vas sufriendo, pero para eso estamos aquí ¿No? Para llorar riendo y reír llorando, para enfadarnos, para amar, porque el dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional, ¿O era al revés? La verdad es que no lo sé, esto da muchas vueltas, o quizá sea yo el que está perdido, que ya no me soporto ni me importa, aquí es donde el capítulo acaba, reímos, lloramos pero tarde o temprano nos decimos adiós, ¿Y qué importa? La historia nunca se detiene, tú escribes tu propio destino, tú tienes el poder de hacer lo imposible posible, ¿Quién dijo que no podías controlar tu vida? Puedes y debes, sé siempre fiel a ti mismo, porque a veces un hombre encuentra su destino, en el camino que tomó para evitarlo.
Se levanta con dirección al cuarto de baño, se lava la cara y se mira en el espejo, ya ni siquiera recuerda el tiempo, ya nada importa, y al mismo tiempo, todo empieza a importar, ¿Quién sabe lo que pasará mañana? Céntrate en ti porque el futuro ya es hoy, porque no sabes dónde estarás mañana.
Y así funciona, esta maravilla que llamamos vivir, esta vida que pone personas en tu vida, para perderlas, la asquerosa cuestión de prioridades con la que estamos acostumbrados a vivir, pero aún así lucha por ser feliz, lucha por que merezca la pena vivir, porque el único final, es que no hay final, para una historia que está aún por escribir.
Largos pensamientos rondan su cabeza mientras permanece sentado en la cama, mirando a la nada, pensando en todo, en todo lo que ha vivido, en todo lo que ha sufrido, ¿Realmente mereció la pena? ¿Realmente mereció la pena perder a la persona que quería para cambiarlo todo? Dicen que el dolor pasa, que al final olvidas a las personas que has dejado atrás para dejar de sufrir. Desde un novio cabrón a tu mejor amiga, vas perdiendo, vas ganando, vas sufriendo, pero para eso estamos aquí ¿No? Para llorar riendo y reír llorando, para enfadarnos, para amar, porque el dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional, ¿O era al revés? La verdad es que no lo sé, esto da muchas vueltas, o quizá sea yo el que está perdido, que ya no me soporto ni me importa, aquí es donde el capítulo acaba, reímos, lloramos pero tarde o temprano nos decimos adiós, ¿Y qué importa? La historia nunca se detiene, tú escribes tu propio destino, tú tienes el poder de hacer lo imposible posible, ¿Quién dijo que no podías controlar tu vida? Puedes y debes, sé siempre fiel a ti mismo, porque a veces un hombre encuentra su destino, en el camino que tomó para evitarlo.
Se levanta con dirección al cuarto de baño, se lava la cara y se mira en el espejo, ya ni siquiera recuerda el tiempo, ya nada importa, y al mismo tiempo, todo empieza a importar, ¿Quién sabe lo que pasará mañana? Céntrate en ti porque el futuro ya es hoy, porque no sabes dónde estarás mañana.
Y así funciona, esta maravilla que llamamos vivir, esta vida que pone personas en tu vida, para perderlas, la asquerosa cuestión de prioridades con la que estamos acostumbrados a vivir, pero aún así lucha por ser feliz, lucha por que merezca la pena vivir, porque el único final, es que no hay final, para una historia que está aún por escribir.
Comentarios
Publicar un comentario